lunes, 31 de diciembre de 2007

Nochevieja en un De Lorean

Al igual que las navidades, la nochevieja de este año promete ser inolvidable…
Inolvidable porque cambiaré las uvas del 31 por las uvas del 30. Comérmelas me las como. Cambiaré la San Silvestre por una carrera (siempre se nos hace tarde) por la Terminal internacional del Aeropuerto de Sidney, y los canapés por una cena de comida precocinada. Inolvidable porque cambio el sofa de casa por un asiento de ventanilla, las campanadas por turbulencias, el smoking de Ramonchu por azafatas de vestidos orientales, y el salón de casa, con Napo hasta arriba de Prozac, por un avión de la Singapour Airlines.
El día 31 a las 10 de la noche se me acaban las vacaciones y vuelo de Sidney a Yakarta con parada en Kuala Lumpur. Así que este es el año en el que no celebro la nochevieja y quizás el que más veces la celebre. Volar de Este a Oeste a media noche, atravesando 4 husos horarios, provocará que, aunque ya me haya comido las uvas una hora antes, otra vez quede poco para las campanadas. Mis últimos minutos del 2007 se convertirán, si no en el día, en la hora de la marmota. Atrapado en el tiempom, sin el “I Got You Babe” de Sony Bono y Cher, la canción que probablemente más suene en una misma película, pero con el iPod a toda pastilla para ponerle música a los cuatro deja vú y las 48 uvas que harán que llegue a Kuala Lumpur en… 2012? y que una vez en Yakarta tenga que evitar a mi yo de 2008, al de la moto en el taller y las cucarachas en la cocina, para no caer en una paradoja.
Sea como sea, en tierra o en el aire, cenando langostinos o desayunando fluzo... Feliz Año a todos.

martes, 18 de diciembre de 2007

Pesadilla Antes de Navidad

Como ya he contado antes, pese a las fechas en las que nos encontramos, aún no he visto ni un adorno, ni una barba blanca o ni un solo árbol con una estrella en la copa. A falta de papa noeles, la única referencia de la navidad en Yakarta son los duendes que fabrican y envuelven los regalos, en forma de indonesios solícitos de gorro rojo abridores de puertas de centros comerciales.

Por eso y porque no aguanto unas navidades sin navidad hago las maletas (mentira, la mochila roja no es una maleta) y me marcho 10 días a Australia, un lugar donde seguro es navidad desde la última vez que estuve. Salgo de Indonesia a disfrutar otra vez de una civilización civilizada y cambio sus 234 millones de indonesios en 1.919.000 km2 para estar más ancho entre los 21 millones de australianos y sus espaciosos 7.617.930 de km2. Voy a que me enseñen Sidney y a tomar el sol en las escaleras de su Opera, a pasar una nochebuena al rojo vivo de sus treinta y tantos grados en las Blue Mountains y a recorrer en caballito la Great Ocean Road. Volveré a los Backpackers escoceses sin el Patata, buscaré el apostol número 12, el Judas que se les escapó a mi hermano y al Ci y cambiaré las cervezas y las pizzas del Tailer por un café mañanero para ver de nuevo un Barça-Madrid a horas intempestivas (en Cuba ya ganamos con goles de Macmanaman y Zidane).

El momento se acerca y una sensación agridulce me invade. De ahí el título de la entrada. Antes del merecido disfrute de mis vacaciones australes me tengo que ver las caras con el departamento de inmigración australiano. Otra vez. Pesadilla porque ya nos conocemos y pesadilla porque no nos llevamos bien.

Pero eso ya es otra historia. Hasta entonces y por si no nos vemos antes del 25, Selamat Hari Natal, Merry Christmas y Feliz Navidad a todos.

sábado, 15 de diciembre de 2007

Gato por Navidad

Como habréis leído ya, primer día en moto y primera vez que me quedo tirado sin gasolina. O al menos eso es lo que yo pensaba. Con la misma ilusión que cualquier niño la mañana de reyes, hoy me he levantado, he llenado el deposito de gasolina y ciento cuarenta intentos (y muchas carcajadas de los seguratas de mi apartamento después), la moto no ha arrancado. Is dead mister, me decían ellos, La madre que me..., me decía yo.

En la vida de cualquiera de nosotros hay veces en que todo te sale mal. Si transformas la frase, utilizando el antónimo más universal que existe, y cambias el mal por el bien, ya estás en Indonesia. Aquí, hay veces en que todo te sale bien. Lo normal es que no sea así. Por lo que leo en los blogs de mis compañeros, el “quién me pone la pierna encima” es e
l grito de guerra de cualquier expatriado en un país del tercer mundo. Amir y Max, han tenido amebas en el estómago del tamaño de Chip y Chop y han perdido unos 15 kilos entre los dos. A Alfredo le han robado, no una, sino dos veces (cámara, móvil y dinero). Buj-Riad denuncia que le han quitado la cruz al escudo del Barça y no siendo suficiente el no poder salir del país, ni siquiera puede recibir visitas. Patxi-DF no se atreve ni a ir a la peluquería. Charly-Angola y su becario informático han decidido dejar la beca. Y así podríamos seguir…

Y que esto se me ha pasado por la cabeza calle arriba. Con 32 grados temperatura y un 84% de humedad. Con la camiseta sudadísima y pegadísima al cuerpo. Con mucha hambre y deseando cambiar un plato de n
asi goreng por un buen trozo de carne… Que todo esto lo he pensado calle arriba, buscando un taller abierto y con el gato a cuestas.

viernes, 14 de diciembre de 2007

viernes, 7 de diciembre de 2007

La vida pasa & The Goonies Never Say Die

La vida pasa y me doy cuenta de que ya estoy hecho casi completamente al país y por eso que ciertas cosas ya no me sorprenden pero que hay muchas otras que empiezo a extrañar.

Al igual que millones de indonesios hoy he ido y he vuelto (que al fin y al cabo es de que lo que se trata) al trabajo en moto. Aún no tengo la mía propia, está al caer, y aprovechando que Max está en Surabaya me he agenciado la suya. Montar en moto no es más difícil que montar en bici. Montar en moto por Yakarta es más como echar una partida al Afterburner. Casi ná.


El tiempo pasa y hace unos días me encontré con la desagradable sorpresa de que el cajero no me quería dar dinero. Dámelo cabrón que es mío, le grité, pero nada. Entre mi gestor de cuentas en Madrid, el sr. Benito, y mr.Patata, (gracias a los dos) descubrieron que me había
n cancelado las tarjetas de crédito ¿el motivo? Intento de fraude. Entre otros muchos logros, Indonesia posé un meritorio primer puesto en clonación de tarjetas. Ya he conseguido arreglar el tema pero durante 72h estuve sin dinero y tuve que pedir prestado 5.000.000 de rupias a un compañero. Casi ná.

Ni el tiempo se para, ni el pelo deja de crecer, ni todo en Yakarta tiene porque ser malo. Esta semana fui a la peluquería y por 1,75 euros me hice un corte a lo indo que a parte del peláo incluye masaje en sienes y frente, además de un crujimiento de cuello a lo Stevan Seagal.

El año va tocando a su fin y ya casi estamos en navidad. Al menos eso dice el calendario. En España es fácil saber cuándo empieza. Si pones la tele y están echando los Gremlins, los Goonies o E.T, ya te puedes ir poniendo el gorro de papa Noel, la navidad ya ha llegado. Aquí, sin embargo, ni luces, ni Cortilandia, ni pelis. Cada año se celebran en Indonesia seis años nuevos, el año nuevo chino, el año nuevo hindú, el año nuevo budista, el año nuevo a secas (que debe ser el nuestro) y el año nuevo musulmán, que al ir con el calendario lunar, se celebra dos veces.
Casi ná. Me imagino que con tanta celebración las cintas de vídeo se les quemaron a los dos años de comprarlas y, por ende, me temo que éstas van a ser mis primeras navidades sin los Goonies.

martes, 4 de diciembre de 2007

Chip y Chop

Cada vez que entro en la cocina... ahí están. Enciendo la luz y las veo. Se quedan mirándome un instante y enseguida echan a correr. Oyen un ruido o alguien que se acerca y en un momento se han esfumado. Subes la tapa que cubre los fuegos y las ves. Pestañeas y ya no las ves.

Así son ellas, Chip y Chop, como ya las he bautizado. Para ellas cualquier momento del día es bueno para hacer una fiesta en los fuegos de la cocina o para salir a hurtadillas a buscar algo que cenar. Chip, la más inteligente, es la que está al mando. De un tono algo más rojizo, siempre encuentra el escondite ideal antes que su compañera. Esa es la que más odio. Chop, tiene las antenas más largas y quizá por eso sea algo más lerda. Si algún día acabo con ellas será por una torpeza suya. Ese día, ahí estaré, preparado para sacarlas el juguillo de un pisotón.

Ellas son las estrellas. A mi me ha tocado el papel del malo de los dibus. Cuando hacían de rabiar a Pluto o a Donald, qué graciosas y qué simpáticas, nos gustaban a todos. Ahora me hacen de rabiar a mi y maldita la gracia. Y qué decir de las celebraciones de Ronaldo y de Robinho, hilarante. Luego está ese instante en que nuestras miradas se cruzan. Entonces, el tiempo se congela, y juro que puedo ver como se ríen. Se ríen de mi, pienso, y furioso pongo el gas a tope, mientras con una risa de desquiciado grito “a jodeeerse” ¿A quién pretendo engañar? Se dice que estos bichejos son capaces de sobrevivir a una bomba atómica (ni Einstein fue capaz oigan!). Efectivamente, al día siguiente siguen ahí. Riéndose de mi. Aunque no hacen ruido sé que están y entonces el que termina jodido soy yo.


domingo, 2 de diciembre de 2007

If you leave me now...

Aeropuerto de Yakarta, hace dos meses. Oye, hasta el consejero ha venido a recibirnos, digo al ver aquel pelo blanco. Que no tu, que este es el otro becario, me dice Alfredo. El valenciano? Repito yo extrañado, pues está un poquito mayor para la edad que tiene, no? Eso fue lo primero que pensé al verle. Mucho más suave que aquello que se le pasó a el por la cabeza horas más tarde en la oficina, no se podía haber sentado a mi lado otro que no fuera el puto madrileño, joder!

Hoy se marcha Raúl, el abuelo de las historias, experto en dar consejo e imitador de consejeros. El mismo que cuando le dijeron que le habían dado Yakarta contestó, qué carta? a mi no me han dado ninguna carta. Max, becario de inversiones, recoge su testigo y desde hoy se convierte en el nuevo becario de diversiones. No olvidamos todos los viajes y excursiones que nos has preparado y perdonado quedas si alguna vez en tierra nos hemos quedado. Te marchas con la intención de volver. Si ennoviado o divorciado, eso está por ver.

Y que se entere la Mari! que nos deja como se vino. Casto y leal, y puro como el primer día. Con algo más de tino en el arte del billar pero con la promesa cumplida de no fo…! Y la de bromas que has tenido que soportar sobre el tema, cada noche a las diez cibersexo con la nena. Y qué decir de tu apartamento? Vaya nido de cucarachas amigo. Si te ha costado más despedirte de ellas que de nosotros. Bueno, no te vayas triste que yo pasaré a echarlas de comer un par de veces por semana y cuidaré especialmente de aquella tu preferida, la rojita de las cosquillas por la espalda al amanecer.

Ya llevo dos meses aquí y hoy se marcha Raúl, el becario de Muro de Alcoy. Con una palmada en la espalda y un, joder chaval! no te queda nada.

lunes, 26 de noviembre de 2007

Mamá, quiero una moto!

Este fin de semana hemos viajado a Belitung, isla de perfiles playeros paradisíacos y destino de Robinsones. Pero para llegar tuvimos que volar y al llegar al aeropuerto, nos encontramos con la siguiente noticia:
No hará falta que os diga con qué compañía volábamos, verdad?

Aeropuertos y aviones con alas que se caen aparte (glup!) lo más importante del viaje ha sido que por primera vez en mi vida he pilotado una moto. Pilotar porque lo mío no era conducir, a diferencia de los de Batavia, lo mío era volar. En lugar de contratar un driver con furgoneta decidimos movernos al estilo local, en moto. Indonesia está llena de pequeñas islas a las que el turismo masivo está a años luz por llegar y Belitung, paraíso aún sin descubrir, es una de ellas. La manera de conseguir motos aquí consiste en acercarse a un pequeño comercio y a cambio de unas rupias dejar sin motos y sin cascos (cascos, lo que se dice cascos, los pobres no tienen muchos) a toda una familia. Si, como fue el caso, no hay suficientes, pronto se corre la voz por el pueblo y en seguida llegan los primos segundos. Al más puro estilo Genaro Palacios, la oferta de Gin Tonics, perdón quise decir motocicletas, pasa a superar ampliamente la demanda.

El caso es que (mamá deja de leer) he llegado a Yakarta con la idea de comprarme una moto. Amir y Max (que como buen italiano hubiese preferido una Vespa) ya tienen las suyas. Todo será seguirles, cogerles el rebufo y a ver que pasa.

Lo peor del fin de semana, que creo me he traído pulgas. Ayayay!

jueves, 22 de noviembre de 2007

Perthiguiendo a...

Pese a la mejor de mis sonrisas y a mi pasaporte de servicios, lo primero que me encuentro al pisar suelo australiano es con un miembro de la Gestapo al grito de Inmigratioooon!!! Me extraña que en un avión en el que viajan 120 indonesios, terroristas todos seguro, me paren a mi. Una y otra vez soy preguntado por diferentes agentes de aduanas por el motivo de mi viaje. Vengo a visitar a una amiga, repito hasta la saciedad. Y cuánto tiempo piensa quedarse, pues el fin de semana. No está España muy lejos para venir sólo dos días? Bfff! Lejísimos oiga, pero es que mire usted, yo vivo en Yakarta. Hmmm! (con cara de idiota) me puede explicar eso? Que qué coño hago yo viviendo en Yakarta? eso me gustaría saber a mi. Pues es que trabajo en la embajada, respondo finalmente. Y su amiga, qué hace en Perth? A éstas alturas ya no queda ni rastro de la sonrisa. Pues ha venido a verme desde Sydney. Y qué hace ella allí? Quiere su teléfono y se lo pregunta usted mismo? no te jode. Y desde cuándo la conoce? Pues desde enero o desde agosto, no lo tengo muy claro. A esto, ya me han abierto la mochila, la ha hecho usted mismo? No, me la ha hecho mi madre no te jode, han inspeccionado cada recibo y cada tarjeta de mi cartera, han rebuscado en un libro y en mi cuaderno de notas y hasta se han tomado la licencia de fotocopiar la última página donde tengo anotadas varias direcciones de correo. En definitiva, que vaya recibimiento. Que me han tocado bien los huevos ustedes.

Por suerte, el resto del fin de semana ha ido muchísimo mejor. La ciudad de Perth no es muy diferente a cualquier ciudad inglesa, con sus Queen Victoria y sus St. Peter Square. Con sus calles desiertas a las ocho de la tarde y su eterno olor a fast food. Cambia a los aborígenes borrachos de aquí por los vagabundos con perro de allí, ponles una gabardina hasta el suelo encima de las bermudas surferillas que llevan aquí, y no sabrás muy bien en qué país estás. Las afueras, sin embargo, me recordaban a las casitas americanas de los suburbios, con jardincito delante y niño con gorra al más puro estilo Kevin Arnold en Aquellos Maravillosos Años, cortando el césped.

Perth ha sido la ciudad donde me he reencontrado con la civilización y con Su ritmo occidental. Con carreteras sin tráfico y pasos de cebra, aceras por las que andar y paseos por los que perderse. Filetes con patatas fritas y surfistas de verdad. Autobuses y trenes en los que colarse, y adornos de navidad en noviembre.

martes, 20 de noviembre de 2007

El Ojo del Día

Con intención de seguir acercándoles la realidad indonesia os hago partícipes de un hecho extraordinario que me ha ocurrido hoy. Un hecho cotidiano en España y en casi cualquier parte del mundo, puede convertirse en algo mágico en esta ciudad. Hoy, después de casi dos meses… ha salido el Sol en Yakarta.

Han sido sólo unos minutos pero ahí estaba, brillando en lo alto, esperándome a la salida del trabajo. Se ha pasado casi toda la tarde lloviendo, y el periódico dice que el nivel de contaminación ha bajado de un nivel extremo a otro que no deja de ser muy, muy alto. La estación húmeda ya ha empezado y para deleite de cucarachas y demás habitantes de la ciudad, cada día llueve un poquito más. Dicen que poco a poco los charcos irán creciendo de tal forma que pronto llegará el temido día en que el agua nos llegue a todos por las rodillas, si no por los cojones! que diría nuestro querido analista. Mientras llega ese momento, el momento piragua (prometo fotos, claro!), hoy me quedo con este otro. Con la sensación de salir a la calle y ver todo iluminado por este tono anaranjado que teñía de atardecer mediterráneo la ciudad de la basura, como ya empezamos a llamarla por aquí.

Mata Hari. El Ojo del Día. Sí, aquí el Astro Rey tiene nombre de espía y, haciendo honor a la malograda, es tan esquivadizo como aquella. Aunque siempre esté en lo alto rara es la vez que se muestra con la fuerza a las que nos tiene acostumbrados a nosotros, siempre escondido bajo una gruesa capa de smog. Aunque lo mires fijamente no te hace daño, porque ya digo que, cual agente doble, está pero no está. Hoy ha sido distinto, hoy dolía al mirar. Y eso no ha sido lo único con lo que me he reencontrado esta tarde. Por primera vez desde que llegué me he visto la sombra. Ay! Qué alegría, a punto he estado de preguntarle por la familia. No me he acostumbrado a andar detrás de ella y por momentos me he sentido como el Sr. Burns en aquel Especial de Halloween, homenaje al Drácula de Bram Stoker, en el que aparece junto a una sombra cojonera, con vida propia y que no para de jugar al yo-yo.

Pues eso. Que hoy ha salido el sol!

domingo, 18 de noviembre de 2007

Todos los caminos llevan a... Australia

Llego casi con dos años de retraso y con un propósito bien distinto. Se puede decir que el mío es un viaje romántico, cuando en el control de pasaporte me han preguntado por qué viajaba a Australia mi respuesta ha sido un, relajado a la par que chulesco, for pleasure. Claro que entonces aquel otro, el que me perdí a principios de 2006, fue mil veces romántico, la culminación de un viaje que empezó diez años antes en forma de apuesta y apestando a alcohol.

Me he despertado a 10.000 metros de altura y al mirar hacia abajo me he encontrado con un suelo rojo que se extiende hasta al horizonte y en el que si te fijas puedes ver minúsculos puntitos verdes. Al menos que estemos en Marte y no sobre el Great West Sandy Desert, las hormiguitas esta vez deben ser pequeños arbustos y no personas. Al cerrar de nuevo los ojos me parece verlos a ellos, a Lolo y Antonio, en plan Don Quijote y Sancho Panza, sudando la gota gorda, con la cara roja por el esfuerzo y la colleja tostada por el sol. Ya llevan dos meses pedaleando, de Sydney a Melbourne, de Hobart a Alice Springs, y ya han pasado, si no sufrido, mil aventuras juntos. No se me olvida el vídeo de la araña-centollo o el de la sanguijuela sorbiendo de la pierna de Luigi-langostino, que al igual que el bicho, se les unió durante un tiempo.

Aunque ya han perdido bastante peso (la mujer que conoció a una colina y se casó con una montaña se reencontró en Barajas de nuevo con una colina), han ganado una experiencia única que, pese al tiempo, seguirá abriendo bocas y levantando envidias en aquellos que la oigan por primera vez. Y sobre todo, nos han ganado a todos. A los que pensábamos que nunca cumplirían su sueño de recorrer Australia en bici.

Paradójicamente, al despertarme he sentido un pinchazo en la rodilla. Todavía me acuerdo saliendo del médico con una resonancia bajo el brazo y un informe en el que ponía que sufría una lesión del cartílago de la rodilla derecha. El término médico, calcificación supraespinosa, me traía sin cuidado ya que pese a todas los viernes de preparativos en Manuel Becerra, en frente de un mapa y de cuatro cervezas (Fosters, cómo no?) y todas las tiendas de bicis recorridas los sábados por la mañana, lo único que yo entendía del diagnóstico era que la Odisea Austral se había acabado para mi. Finito!
Aquella vez no pudo ser pero en un par de horas, por fin, pisaré suelo Australiano y retomaré esta otra aventura que me ocupa ahora, igual de apasionante, si no más alocada, que aquella otra. Una historia que comenzó mucho después y que espero que dure un montón; en Yakarta, en Sydney o en Madrid (quién sabe sino en Hong-Kong?).

martes, 13 de noviembre de 2007

Indosincrasia al volante

La otra noche estaba hablando con un amigo y al comprobar las reacciones que tenía sobre algunas cosas que le conté, caí en la cuenta de que poco a poco me estoy haciendo a este país y a sus gentes y que lo que hasta hace nada me chocaba y me dejaba ojoplático se ha convertido en el pan de cada día. Así que ya es hora de empezar a desgranar la psicología de este pueblo pensé, su carácter, su temperamento y su forma de pensar (si es que tienen alguna). Una vez escuché que el grado de civilización de un pueblo se puede medir por la forma en que sus habitantes se comportan al volante, pues bien, aquí van unas joyitas al respecto que explican de alguna forma la idiosincrasia indonesia.

Aunque de pasada, ya he hablado del tráfico en Indonesia, de lo caótico que es y de la forma de pitar que tiene esta gente. Cinco segundos antes de que un semáforo se ponga en verde los coches parados comienzan a pitar con ferocidad. Una primitiva forma de comunicación quizás. También he descubierto que, en un alarde de ingenio y sentido común, el pueblo indonesio decidió simplificar el código de circulación a una ecuación basada en un popular juego infantil. Ni stops, ni cedas, ni semáforos. Piedra, papel o tijera. Sí amigos, tan sencillo como que autobús gana a coche y coche gana a moto. Si lo pensáis con detenimiento es perfectamente lógico. Quién sabe quién demonios tiene la prioridad en un cruce, el de la izquierda o el de la derecha? Por qué tienes que ceder el paso cuando conduces un Mercedes y el que viene es un AX que, en caso de accidente, no te haría ni un rasguño en la estrella? Mucho más fácil, hombre! Ni intermitentes, ni hostias, el pez grande se come al pequeño. Un toque al pito y Amén. Además, todo el mundo sabe las reglas de tan pueril juego, y si no nos lo explican los Simpsons, Lisa a sí misma, pobre Bart siempre elige la piedra. Bart a sí mismo, la buena piedra... nada le gana.

Ah! pero como Bart pensaréis, entonces la moto siempre sale perdiendo? y Loquillo, que para ser feliz quería un camión, o era un visionario o de joven le dieron una beca ICEX en Jakarta. Sí y no. Pierde porque nunca tiene la prioridad pero, sin embargo, en caso de accidente siempre sale ganando, ya que aplicando la fórmula a la inversa, autobús paga a coche y coche paga a moto. Aaamén.

Mentí antes cuando dije que no se usan los intermitentes. Si que se usan y la mayoría de las veces los cuatro a la vez. Si por ejemplo, tú intención al llegar a un cruce es seguir recto, qué mejor manera de indicarlo que dando los warning? Sí, ya sé que de nuevo puede parecer chocante pero si para ir a la izquierda pones el intermitente y para ir a la derecha también, porque no ponerlos todos cuando sigues recto? Ah! y no se olviden de acompañarlo con un ligero toque de claxon, Pí!Acabo diciendo que pese a lo agobiante del tráfico y los niveles de estrés que debiera generar, el indonesio medio vive en un perpetuo estado de letargo que no le permite sobresaltarse ni en aquellas situaciones más extremas. Creo que aun no han asimilado aquello de acción-reacción. Quizá el conducir descalzo, el eructar cada vez que te tocan el pito o el que te huela el taxi a muerto, tiene algo que ver... Y es que si por algo se caracterizan las gentes de este país es por el pavo (y las cucarachas) que llevan encima y porque no pegan un palo ni en una pelea. Pero bueno, tienen su puntillo oye, a ver si se lo encontramos.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Por qué lo llaman Monte cuando quieren decir Volcán?

Tan poca actividad en la oficina se ve compensada con un no parar los fines de semana y con la mucha actividad geosísmica de la zona. Casualidades de la vida, el azar me llevó allá por julio a elegir para la cabecera del blog una foto del Monte Bromo, volcán que hemos visitado este fin de semana (se puede ver en tonos rojizos debajo de la foto de la Princesa Amidala).

Una hora de avión y nos plantamos en Surabaya. La ciudad está asediada por una marea de lodo provocada por la inteligencia y buen hacer de los ingenieros locales que en su afán por encontrar bolsas de gas abrieron una brecha en la tierra y desde abril no ha dejado de salir mierda. El avance del lodo, tóxico y caliente, no cesa y ha devorado casas, negocios, hospitales, fábricas y hasta una autopista. Ha provocado que varios miles de familias se hayan visto obligadas a desplazarse a otras zonas dejándolo todo atrás. El perforar suelo volcánico en busca de dinero, negocio que de ser un deporte acabaría sin duda en –ing, es un ejemplo más de la estupidez de este pueblo en (tan) particular y de la humanidad (tu y yo amigo) en general.
Un tema que me viene preocupando a la hora de viajar es la pérdida de comodidades que vengo experimentando desde que hace ya casi un mes visitamos Bali. Si allí vivíamos como marqueses, en Bromo nos sentimos como presos. Cito la descripción que hace la Lonely Planet del hotel en el que nos hospedamos: Rooms go from prison blocks to an extremely spartan accomodation (pág. 322). El baño, comunitario porque los compartíamos con una familia entera de cucarachas (y no sabéis la de hijos que tienen), me recordaba al de 5º de EGB en Tajamar, al agujero y a clase. Precio de la celda doble, 3,60 euros y los chavales con ganas de cachondeo que preguntan: Mister, breakfast included. No? Entonces, Diplomatic discount, no?

Estábamos a 3.000 metros de altura y el Escher (perdón, quise decir frío) era considerable . Por primera vez en un mes me he puesto un jersey y creo que por primera vez en mi vida no me he quitado las 3 capas de ropa que llevaba puestas (incluidas las zapatillas) en casi 72 horas. El único lujo que me he permitido ha sido volver a meterme el doble calcetín por debajo de los vaqueros al levantarme por la mañanas.

El resto, pues treking entre volcán y volcán, cataratas de 40 metros en la que (no te preocupes mamá) ni pensé asomarme y paseos en jeep a las 3 de la mañana.

lunes, 5 de noviembre de 2007

Like Dylan in the Movies

De aquí a Hollywood. Hasta hoy vengo peleándome con los 256 Kbs de conexión que tenemos en la oficina para poder subir algún vídeo que amenice tanta palabreja. Es lo que tiene vivir a un país tercermundista.

Sacred Monkey Forest (Bali)
13-oct-07
Casting Mayormono



Carita
27-oct-07
A ver si nos rompemos algo más

miércoles, 31 de octubre de 2007

martes, 30 de octubre de 2007

El Hijo de krakatoa

Lo que en principio iba a ser un fin de semana de tirados en la playa acabó por convertirse en treking por mitad de la jungla y visitas a volcanes activos.

El sábado, aun vestidos de playa, nos encontramos con un sendero que sube montaña arriba y que reza algo así como Taman wisata alam “camino a las cataratas”. Pensamos que tiene buena pinta y no dejamos que el ir en chanclas, en bermudas y sin loción antimosquito nos eche para atrás. Tras unas tres horas de caminata cuesta arriba y un millón de picaduras de mosquito después, tras remontar un río descalzos y temer por una riada que gracias a Dios nunca llegó, llegamos a una cascada y a un salto de 15 metros. Ni que decir tiene que el chaval fue el único becario que le echó huevos al asunto y saltó, aunque a favor de mis compañeros también ahí que decir que hasta ahora el único pringáo que ha tenido que visitar el hospital se moi.Antes de seguir con las fotos del domingo, un poco de historia: El Krakatoa no existe a día de hoy ya que una explosión equivalente a 10.000 bombas atómicas de Hiroshima en 1883, la más violenta registrada en la historia, lo hizo desaparecer. El tsunami que produjo dio la vuelta al mundo varias veces. En 1927, otra explosión hizo emerger del mar otro volcán, el Anak Krakatoa (el hijo de Krakatoa). Los expertos aseguran que algún día el nuevo volcán reventará quizá con la misma fuerza con que lo hizo su antecesor. Todavía despiertos? Pues seguimos…

El domingo, ya avanzadas las negociaciones para visitar el volcán, nos despertamos con un sms del guía que dice así: Anak Krakatoa active every 5 minutes, Krakatoa still sleeping. Pese a que el still no nos da mucha confianza nos plantamos a las 7 de la mañana dispuestos a poner rumbo hacia el volcán. Tardamos unas dos horas en barco y al llegar no
s encontramos con la buena, que no sensata, noticia de que dos vulcanólogos del gobierno van a visitar la isla para medir la actividad y que vamos a poder desembarcar y dar una vuelta por la isla. Pisamos tierra por el lado opuesto a la boca de la caldera y el calor es tan agobiante que hasta el respirar se hace difícil. Cuanto más alto, más queman los pies y más altos se escuchan los eructos. Unos becarios pasean por Sunset Boulevard, otros por Hyde Park. Nosotros paseamos por el Krakatoa en actividad. No añado más, las fotos hablan por sí solas....Y yo, que me acuerdo de las noches club y del Ge fumando y haciendo el Krakatoa ;-)

jueves, 25 de octubre de 2007

Suatu Hari Di Dalam Hidupku

La traducción de tan exótico título sería, Un día en mi vida...
Me levanto a las 8.00, con 30 grados a la sombra y congelado de frío por el aire acondicionado. Sesión de afeitado (si toca) y ducha rápida. Salgo y toca revisión corporal. Hoy sólo tenía unos granitos en un dedo. Antes de ayer tenía toda la pierna acribillada. Por culpa del agua que sale del grifo, me entran arcadas al lavarme los dientes. De un color parecido al pis, siempre sale tibia, y desprende un olor que dependiendo del día, va de corrompido/desagradable/un par de arcadas a fétido/inaguantable/rozando el vómito.

Entramos a trabajar a las 8.30 y pero los chavales no sale de casa hasta las 8.35. Nos peleamos para conseguir un taxi y a las nueve ya estoy en la oficina, tomando café, que como nos lo tenemos que hacer nosotros pues ya cuenta como trabajo. Nur, muy maja ella, baja a por la comida y a las 13 ya estamos todos, en una sala presidida por S.M. el Rey, comiendo a dos carrillos. Aquí todo es picante (la comida también). Panda de colonialistas y clasistas que somos, el personal indonesio por un lado y nosotros por otro.Hasta las 16.30 sigo en el trabajo. Si trabajo o no ya es otro tema. A las 17.00 toca sesión de billar con Raúl. El pobre es igual de malo que yo así que nos consolamos cuando al acabar una partida sale una solícita camarera de debajo de una piedra y nos vuelve a colocar las bolas (de billar) para que empecemos otra partida. Qué clase! qué país! Además, si alguno llega tarde puedes pedirle a una camarera que juegue contigo (al billar), el día que gane una partida aviso.

A las 18.00 se hace de noche y si no sale ningún plan (partidito de tenis, alargar el billar con unas cañas, sesión de masaje hmm, etc.) nos marchamos a casa. Luego, dependiendo del día, cena fuera o cena en casa. Si fuera, por unos 6 euros, marroquí, japonés o italiano. Todos de gran lujo. Si en casa, comida del indonesio de abajo o pasta en casa de Max (the italian trainee), no vayamos a ensuciar la cocina. Mis habilidades culinarias se ven mermadas en este país, no hay manera de hacer sándwiches sin jamón de york. La habitual juerga nocturna de los jueves aquí se traslada al miércoles, cena y copas. El único sentido que le encuentro al cambio es que los viernes la comunidad de expats sale de viaje de fin de semana a explorar el país y no estaría bien empezar con resaca.
Rociamos bien la habitación de antimosquito y listos. Al sobre!… los fines de semana ya son otra cosa. Tratamos de salir siempre de Yakarta porque la ciudad no ofrece mucho. Hoy salimos hacia Carita en busca del Krakatoa, al oeste de Java.

martes, 23 de octubre de 2007

About the broken toe

No tengo intención de desvelar cómo fue, pero a petición de mis queridos lectores, usease usted, abrimos una nueva encuesta para decidir entre todos cuál es la manera más estúpida de romperse un dedo del pie. Veáse...a. Paseando la tabla de surf, que lo de meterla al agua es otra historia
b. Extraño accidente con un bote de colonia, al estilo Santi Cañizares
c. En la cama, soñando con la final del mundial (remate al palo)
d. En realidad no está roto y ya no sé como llamar la atención

Sólo añadir que el dedo dolía mucho. Que del golpe se me salió y que por voluntad propia decidió tumbarse sobre sus cuatro hermanitos. Que al principio sólo veía estrellas. Que no me caí al suelo sino que comencé, como dice la canción, un viaje por galaxias infinitas hacia el sol. Que cuando por fin aterricé, armado de valor, decidí, con un tirón y un ¡crack!, devolverlo a su posición original. Y que después el dedo ya no era dedo, se había reconvertido en el dedo-melón.

Ahora, no sufran por mí. Ya estamos mejor. Tras una visita a un médico como Dios manda, alemán nada menos, me confirman que la fractura no es muy grande, que me deje de escayolas y que a partir de esta semana empiece a apoyar. Así que fuerte como un alemán, desde el lunes ando (más bien cojeando) sin yesos, vendas, ni muletas.

miércoles, 17 de octubre de 2007

...Y Bali era una fiesta

Bali... Part I – Arriving and kissing the saint

Espero no levantar ampollas entre el resto de becarios pero no llevamos ni semana y media en destino y ya nos damos de frente con 5 días de vacaciones en la playa. Y nada menos que en Bali.

Dejamos Yakarta el jueves 11 para, dentro del mismo país, encontrar un mundo diferente. Aterrizamos de noche, en un pista bacheada a pie de playa y, por fin sin polución, vemos las estrellas de este hemisferio. El driver que hemos contratado para todo el viaje, John Wayne, nos espera puntual y nos lleva a un restaurante a pie de playa en el que por poco más de 15 euros nos ponemos finos a marisco (28 navidades sin probarlo y ahora le cojo el gustillo). Para no seguir hiriendo sensibilidades omitiré el contar cosas como q
ue la villa que alquilamos sólo tenía camas de 2x2 metros y que, aunque no sonrió ni una vez la jodía, teníamos asistenta (Breakfast Mister?) disponible las 24 horas.

El viernes comenzamos las clases de buceo con el Dive Master Johny Sweta. Imaginen a cinco becarios al más puro estilo CECO dormidos en frente de un televisor con un video explicativo y comprenderán lo duro de las lecciones. Las prácticas las hacemos en una piscina, ahora quítate las gafas, ahora te las pones. Ahora haz como si te ahogases que yo te salvo y ahora, chaval, ya estás listo para echarte a la mar.

Bali… Part II – diving, sharks and a broken toe

El sábado era el gran día y en verdad que lo fue. Llegamos a Isla Tortug
a, qué mítico, con 15 kilos de equipo y apenas 4 horas de sueño y, antes de darnos cuenta, ya estábamos a 12 metros bajo el agua. Qué sensación! La única manera de describirla es diciendo (topicazo al canto) que me sentí como pez en el agua. Ni siquiera el avistamiento y posterior acercamiento de dos tiburones (de unos dos metros cada uno y no va de coña) consiguieron arrebatarme el tópico y la sensación de paz.

Por la tarde en casa, ni paz ni hostias. No contaré cómo, pero al más puro estilo Amavisca a eso de las 5 de la tarde me luxo y me fracturo el dedo gordo del pie.
Haciendo surf, jugando al voley-playa o pegándome el ostión más tonto del mundo (ustedes deciden), el caso es que debo ostentar el dudoso honor de haber estrenado la póliza de accidentes de la presente promoción (Olé!). Imaginen la situación en el hospital. Cinco doctores consultando el libro gordo de Petete sin saber bien por dónde empezar, 7 enfermeras que no se aclaran en cómo escayolar una pierna (de arriba abajo o de abajo arriba) y el chaval, boca abajo en la camilla, que no se lo puede de creer.Bali… Part III – Wrecked ships, no problem

Tras una pequeña charla con Michael Sweta pensamos que qué más da un hueso roto entre doscientos y pico sanos. Y que, qué cojones, que si te quitas la escayola No problem, you can dive. Así que al rato ahí estaba el chaval buceando entre lo que queda del USS Liberty, hundido por un torpedo japonés durante la Segunda Guerra Mundial y dándole los buenos días a una barracuda, bonitos dientes señora!

Lunes y martes, ahora muletas ahora silla de ruedas, a visitar la isla. Aquí hay más templos que iglesias en toda Castilla y muchos de ellos están habitados por monos. El macaco cangrejero, más conocido como el macabrón balinés, no era lo que andaba buscando yo cuando pensé en agenciarme un mayormono para que me hiciera la cena y las notas sectoria
les del Icex.

Visitamos el volcán sagrado Gunung Agung, nos invitan a paella en el Barcelona-Bali, vemos el atardecer en el KUDÉTA, y aunque Yo-aquí-me-quedaba, me vuelvo a Yakarta con la intención de escribir al ICEX… y para cuando una oficina en Bali, jefe.

jueves, 11 de octubre de 2007

Nicolás, por fin!

Querido Nicolás:

Siento no haber estado ahí el día en que viniste al mundo, pero cuánto me alegro de que por fin lo hayas hecho.

10 de octubre. Perdido en mitad de una ciudad de 14 millones de habitantes, peleando con un taxista en un idioma que por el momento me viene grande y haciendo cuentas para irme de viaje a un lugar todavía más lejos. Así he recibido la noticia. Ha sido mi hermano, tu padre, quien algo menos sereno que de costumbre me lo ha contado todo. Me dice que ya vienes con pelo y con unas pestañas larguísimas (que tiemble Pe), que como papá al volver de Australia, llegas con buen peso y que por el momento te estás portando muy bien.

10 de octubre. No podías haber escogido mejor número. Yo pensé que te resistías porque no querías robarme el protagonismo de mis últimos días por allí. No tenías que tomarte la molestia, pensaba yo. Y, sin embargo, ahora comprendo que tú estabas haciendo tus cuentas y que querías que todo saliese redondo. Habías elegido el día 10 para nacer. Y, por si fuera poco, 10 del 10. El número de los grandes. El 10 de Maradona.

10 de octubre, hoy empieza todo para ti. También para tus papas, que después de tantos años hoy dejan de ser dos. Lolo y Julia, que se marchan de Embajadores y del centro andando a diez minutos para que a ti no te falte nada y crezcas como lo hicimos nosotros, entre un pinar y un olivar. Como a Indiana Jones, tu padre te quería poner el nombre del perro. Los de Andrés siempre tuvimos especial debilidad por Indi (quien sabe si en un par de años no vamos todos juntos a ver la cuarta). Por fortuna, los Barreiro son más gente seria y Nicolás pase, pero de Napoleón, NI HABLAR! Por cierto, ya lo iremos viendo, pero en nuestra pandilla, (eh, Ci? Eh, Ge?) Nicolás es un nombre largísimo y muy retorcido, así que vete acostumbrado a Nico, porque Ny ya está cogido.


10 de octubre. Hoy ha sido el primer día aquí en que he eché de menos estar allí. Por primera vez he cenado sólo en mi apartamento, que tanto restaurante ya viene pesando, descansando de la pachanguita de fútbol y de la humedad de ahí afuera. Me he preparado unos sándwiches de pavo y queso, que aquí el jamón no está bien visto, y pasándome el Ramadán por allí, he abierto una cerveza y he brindado por tí.

domingo, 7 de octubre de 2007

This is Jakarta… Maaadre mía!

Maaadre mía! Alguien me pegó esa frase recientemente y desde que llegué a Indonesia es casi la único que sale de mi boca. No llevo la cuenta pero la he debido de repetir cerca de un millón de veces. Es la expresión ideal aquí para uno de allí, ya que sirve tanto para lo bueno como para lo malo.
Maaadre mía! Después de cinco días aun no he visto el sol. Yakarta es la segunda ciudad más contaminada del mundo y el aire se hace a veces irrespirable. Hay una capa de mierda-smog que cubre el cielo constantemente y un olor, mezcla de alcantarilla, fritanga y gasolina con plomo (mucho plomo), al que no sé si uno puede llegar a acostumbrarse. Las calles no tienen aceras por lo que no se puede andar si quiera un par de manzanas sin arriesgarse a morir atropellado (cuánto voy a echar de menos andar). El tráfico es… maaadre mía! parece increíble que aun no haya visto un solo accidente. Hay tantas motos y es tal el caos que me río yo de Roma. Aunque a menudo lo hacen por la derecha, marcha atrás y en dirección prohibida, las pocas señales que hay aquí indican que se conduce por la izquierda. Los coches, todos japoneses, no deben de tener intermitentes porque todavía no he visto ninguno y la velocidad no se mide en km/h sino en pitadas por minuto (creo que te multan si no alcanzas las 60 pitadas a la hora).Maaadre mía! Yakarta es una ciudad que no duerme. La gente se pasa el día tirada en la calle sin otra cosa mejor que hacer que dejar pasar el tiempo. Al pasar a su lado, te miran con ojos curiosos y, lejos de avasallarte en busca de una limosna, te saludan e incluso te dedican una sonrisa. Todo el mundo trata al occidental, o bulé como nos llaman por aquí, con un respeto imposible de encontrar en occidente. Me da la sensación de que se comportan como cuando eras pequeño e ibas de visita a casa de esos tíos de su padre que sólo veías una vez cada dos años y no sabías bien cómo actuar. Cuando te diriges a ellos te contestan con una sonrisa tímida y, como cuando eramos niños, se les nota nerviosos. Y... maaadre mía! qué bien voy a vivir. La asignación me va a permitir pasar un año a cuerpo de rey. Puedo cenar en restaurantes a los que en Madrid sólo podría ir con papá y mamá, moverme siempre en takxi, ir a fiestas privadas en casas lujosas o vivir en un apartamento con gimnasio, sauna y piscina.
Bueno, estas son algunas de mis primeras impresionas. En cuanto pueda contaré más y mejor… la oficina, mis compañeros y… maaadre mía! el viaje a Bali del próximo jueves…

lunes, 1 de octubre de 2007

Time´s Up, Time´s Over. It´s Time to Go.

Llegó la hora de partir y menudo estrés. Bff! después de tres meses sin pegar un palo al agua me encuentro con que mañana me marcho y que aun no tengo teléfono. Que pese a que he probado 999 combinaciones dos vces seguidas, el dichoso candado de la maleta no quiere abrir. Me voy en apenas 24 horas y las tarjetas del Citybank no han llegado, que no sé a que hora salgo porque he perdido el correo con los datos del billete y aun tengo que despedirme de las abuelas y de los padres de mis amigos. Y encima tengo que sacar a la perra.

Me marcho y trato de no pensar en todo lo que dejo atrás. La familia, o mejor dicho, las dos familias. Los amigos y las noches con los tres amigos del Club. Las comidas de mamá y los paseos por Madrid. A mi sobrino (Nicolás o Napoleón, o Nicolás-Napoleón), el primogénito, que aun sin tapón se resiste a nacer y que de momento no conoceré más que en foto. A Napo, que en la foto me ayuda a cerrar la maleta, y a Chimba, que luego me ayudará con el candado. Me marcho dejando a dos abuelas tan confusas como tristes. No entienden por qué un chaval al que no le falta de nada renuncia a todo para marcharse un año a trabajar al otro lado del mundo. Dejo a la pobre de Dorotea con la idea de que me voy a la mili y me compara con mi tio, aquel que hace 40 años se fue al Sidi Ifni a pegarse de tiros con los moros, y que se alegra cada vez que la recuerdo que me voy a la playa, a hacer el amor y no la guerra. Me voy sin ver mi piso, ese que alguien (ejem!) deberá de pagar mientras estoy lejos...

Pero bueno, ya tendré tiempo de echar de menos todo eso. De momento me conformo con pensar sobre lo que me espera.

Me marcho con mi maleta llena de camisetas y mi eterna mochila roja. Mis zurroncillos y la música de mi iPod. Me voy con mi pasaporte diplomático en el que Su Majestad el Rey ordena a las autoridades civiles y militares me dejen transitar libremente y no me pongan impedimento alguno en mis viajes; antes bien, le den todo el favor y ayuda que necesitare por convenir así al bien del servicio nacional. Me llevo una guía de Bali que prometo explorar tan a fondo como hondos están los arrecifes de coral en los que bucearé. Cual Conde Almásy, me marcho con un libro bajo el brazo en el que ya guardo cartas, fotos y bigliettos de tren. No son las historias de Heródoto sino cien hojas en blanco en forma de Moleskine para reflexionar y dibujar, y para (en plan modernito) ir dándole forma a este blog. En fin, que me marcho y lo hago colmado de muestras de amistad y generosidad. Son aquellos que más cerca tengo los que más y mejor se han portado estos últimos días.

A todos, gracias. Nos vemos dentro de poco. Muy poco.

jueves, 27 de septiembre de 2007

Teníamos otros títulos

Sí, como la revista El Jueves, el blog también tenía otras portadas. Pero no, no han de preocuparse, en ninguna se puede ver a los príncipes haciendo el trenecito.

Como pretendo que este espacio se convierta en un lugar democrático (América es grande) donde los comentarios y aportaciones de todos sean tenidos en cuenta, propongo que participen y den su opinión. Y para ello, aquí les dejo los títulos descartados (unos por ambiguos, otros por irrespetuosos), para que los vean y entre todos decidamos con cuál nos quedamos. Así que ya saben, si tienen tiempo (y no les importa perderlo) pueden votar por vuestra favorita en la encuesta que encontraréis en la columna de la derecha.

viernes, 21 de septiembre de 2007

Todo el mundo es bueno, seguro?

Como algunos de vosotros ya sabréis hace poco he sufrido un ataque contra mi persona y más concretamente contra mi cuenta de correo de gmail. Algún granuja (hijo de puta, vamos) se metió en mi cuenta y me cambió la contraseña, esas nueve letras a las que tan apegado estaba y que ya no podré utilizar más (snif, snif). Cada vez que intentanba entrar me decía que mi nombre de usuario y mi contraseña no coincidían. Dos días más tarde la cuenta ni siquiera existía, la habían dado de baja.

Este incidente me ha hecho plantearme varias cosas. En primer lugar, he pensado en lo frágiles que somos ante gente de semejante talla moral, que no dudan en joder a alguien por el mero hecho de fastidiar. Gente que no se atreve a dar la cara y que simplemente actúan movidos por el hecho de destruir por destruir. Mucho ruido y pocas nueces (o pocos...). No os podéis hacer a la idea del trastorno que algo así ocasiona, más aun cuando la cuenta que te piratéan es la que utilizas para temas de trabajo (o como dirían en el ICEX, de compromiso).

No me preguntéis cómo lo han hecho porque no tengo ni idea. Sólo un par de personas conocían mi password y jamás me atrevería a dudar de ellas. Hace un mes me robaron el potátil (no, no levanto cabeza) y quizá encontrasen la cuenta y la clave en él. Quizá hablo en sueños y a mi vecino le guste trastear con ordenadores. Ni idea.

Pero a veces donde menos te piensas salta la liebre y he aquí que gracias al equipo de gmail he recuperado mi cuenta. No me imaginaba que un servicio gratuito como este podía tener una atención al cliente tan personalizada. Ya podrían aprender otros. Os he contado ya mi problema con Orange? pfff... En unas 72 horas, un par de formularios y un par de e-mails, recibía un correo explicándome que, una vez estudiado el caso y las pruebas aportadas, se me dovolvía la cuenta (y sin enseñar el pasaporte diplomático, que ya lo tenía listo). Creo que hotmail ofrece un servicio similar. Así que tomad nota, si algún día os topáis con uno de estos hackabronazos perseverad en vuestras reclamaciones, al final funciona.

lunes, 17 de septiembre de 2007

Pon el brazo chaval...

Se va acercando la hora de marcharme y, por ende, el momento de los preparativos. Ya tengo una maleta con 20 kilos en pareos, chanclas y crema bronceadora. He visitado la embajada de Indonesia, que con tanto papel y tan poca luz parece una comisaría de los años ochenta, y he preparado el visado. Tengo el billete y el anticipo del ICEX. He empezado a despedirme de amigos, enemigos y familiares. Y, quizá lo más importante para mi estancia allí, estoy en medio del proceso de vacunación (tres tandas, 12 pinchazos. OLÉ!).

El primer día tuve una cita con una doctora que me preguntó por mi viaje y me explicó los riesgos a los que me iba a exponer allí. Me dio una lista de medicamentos y utensilios que debía llevar. Desde el Malarone, que previene la malaria y cuesta 56 euros para un viaje de tan sólo cuatro días, hasta una mosquitera para la cama. En el Coronel Tapioca están muy bien de precio, me dijo. Me explicó qué vacunas eran más fuertes y cuáles me podían hacer reacción. Me dijo que para la encefalitis japonesa te meten una buena dosis de, palabras textuales, "bicho vivo", para que te hagas inmune. A mi cabeza vino la escena de MATRIX en la que le meten a NEO un bicho que es como una gamba pero de hierro por el ombligo. Me tengo que quitar el piercing? pregunté.


Una vez sentado en la consulta tuve la sensación de que volvía al pasado. Mientras la doctora preparaba las jeringuillas me acordé de cuantas veces había pasado por ese mismo mal trago cuando era pequeño y cuán lejos me quedaba todo aquello. Los olores, la luz de hospital, la sensación de vulnerabilidad, todo me llevaba al pasado. Andaba preguntándome si me darían una piruleta o si, como no había venido mi madre, la tendría que pedir yo mismo cuando de repente... ZAS! el primer pinchazo. Mmm! vaya, no ha sido para tanto. Once más y listo.

Estas son las vacunas que me han puesto o que me van a poner. Que no se asusten mis queridos visitantes (Beni, ya sabemos de tus fobias a las jeringuillas), que para ir un par de semanas sólo hacen falta dos o tres y además a mi no me han dado apenas reacción.

- Rabia (por si viene mi primo a verme)
- Hepatítis B (2 dosis)
- Fiebre tifoidea (2 dosis)
- Encefalítis Japonesa (2 dosis)
- Tétanos (por si la gamba de hierro está oxidada)
- Polio
- Ictericia (que es contra la bilirrubina, así que ya no creo que me suba)

Por cierto, nada de caramelos ni piruletas. Guardaba la esperanza de que al menos me dieran uno de aquellos palos de madera que te metían en la boca para verte las anginas pero ni eso. Vaya país! cómo está la sanidad!

domingo, 19 de agosto de 2007

Premonición - aquella charla de Marzo

Como podréis imaginar, el chaval ha estado documentándose un poco sobre el país y sus gentes. En realidad, como si de un presagio se tratase, en marzo nos dieron una charla sobre Indonesia que nos dejó a todos un tanto perplejos. Sí, por primera vez no nos hablaban como a niños pequeños, o mejor dicho, por primera vez en 3 meses NO nos comportábamos como críos (lo que no quita que Escher y yo continuasemos con nuestra rutina diaria de caramelos, periódico y crucigrama). Y es que la charla parecía contada por el mismísimo Dr. Jones, aventuras por aquí, sobornos por allá y lo que más agradecimos, nada de exportaciones, nada de importaciones. Bueno, gracias a la colaboración de Cris, he conseguido los apuntes de alguién que se dedicó a copiar aquel día. No es que el joven no tomase apuntes, es que aquel crucigrama era especialmente complicado (¿quién coño sabe cómo se llama el tío de la foto?). Bueno, aquí dejo algunas perlas copiadas de forma literal en aquella clase:

-Trato individual aparentemente fácil aunque de compartamientos imprevisibles. Mienten mucho y no tiene nada que ver lo que dicen con lo que hacen. Si te equivocas en el trato y "les tocas los huevos"... problemas.
-Trabajan poco y mal, trapichean en todos los niveles. Se recomienda llevar 100€ en el bolsillo para sobornos. No existe la ética en los negocios.
-Hay que camelárselos, si vas de chulo no tienes nada que hacer.
-El GPS no tiene sentido allí... las calles están controladas por pequeños grupos mafiosos. Si no pagas no entras ni a comprar arroz.
-Lo del Islam... eso de que Indonesia es la mayor nación musulmana del mundo y de que es peligroso es una farsa. Son todos unos puteros, infieles, juerguistas y chorizos de cojones. Y no son borrachos porque el alcohol es caro.
-El país es germen de muchos grupos extremistas involucrados en atentados de gran magnitud.
-La minoría china compra políticos para ejercer su poder.
-Bali no es Indonesia.

Por último, para animarnos un poco y para que tuviésemos algo de lo que hablar hasta el final del máster (o de la beca), nos contó una graciosa historia. Aquella de un becario que tuvo que alojarse los últimos 3 meses en casa del embajador porque la familia de una antigua novia yakartina, a la que había dejado embarazada, había puesto precio a su cabeza (y en dólares nada menos!). Y, es que, en palabras del consejero "...a las Indonesias es fácil meterlas en la cama pero difícil sacarlas".

Por cierto, ni que decir tiene que nunca acabamos el crucigrama. Aparte de Rodrigo, Johny Pisotoni y, probablemente el Ci, quién conoce el nombre del tío de la foto?
aniraF sinneD

martes, 31 de julio de 2007

Aclaración

Antes que nada, me gustaría aclarar que pese a que Yakarta no estaba entre los cinco destinos que finalmente elegí, sí que llegué a considerarla en algún momento. Locura o no, entraba dentro de mis quinielas. Y para demostrarlo, adjunto un mapa que hice allá por Mayo y que alguno de mis compañeros reconocerán, en el que hacía una preselección de destinos (ni que decir tiene que también me sirvió para repasar un poco de geografía y aprender cosas tan útiles como dónde está Kuala Lumpur o Bangkok).Por cierto, para los curiosos, mis cinco favoritas fueron: Shanghai, Taiwan, Pekín, Kuala Lumpur y Ho Chi Minh.