jueves, 27 de septiembre de 2007

Teníamos otros títulos

Sí, como la revista El Jueves, el blog también tenía otras portadas. Pero no, no han de preocuparse, en ninguna se puede ver a los príncipes haciendo el trenecito.

Como pretendo que este espacio se convierta en un lugar democrático (América es grande) donde los comentarios y aportaciones de todos sean tenidos en cuenta, propongo que participen y den su opinión. Y para ello, aquí les dejo los títulos descartados (unos por ambiguos, otros por irrespetuosos), para que los vean y entre todos decidamos con cuál nos quedamos. Así que ya saben, si tienen tiempo (y no les importa perderlo) pueden votar por vuestra favorita en la encuesta que encontraréis en la columna de la derecha.

viernes, 21 de septiembre de 2007

Todo el mundo es bueno, seguro?

Como algunos de vosotros ya sabréis hace poco he sufrido un ataque contra mi persona y más concretamente contra mi cuenta de correo de gmail. Algún granuja (hijo de puta, vamos) se metió en mi cuenta y me cambió la contraseña, esas nueve letras a las que tan apegado estaba y que ya no podré utilizar más (snif, snif). Cada vez que intentanba entrar me decía que mi nombre de usuario y mi contraseña no coincidían. Dos días más tarde la cuenta ni siquiera existía, la habían dado de baja.

Este incidente me ha hecho plantearme varias cosas. En primer lugar, he pensado en lo frágiles que somos ante gente de semejante talla moral, que no dudan en joder a alguien por el mero hecho de fastidiar. Gente que no se atreve a dar la cara y que simplemente actúan movidos por el hecho de destruir por destruir. Mucho ruido y pocas nueces (o pocos...). No os podéis hacer a la idea del trastorno que algo así ocasiona, más aun cuando la cuenta que te piratéan es la que utilizas para temas de trabajo (o como dirían en el ICEX, de compromiso).

No me preguntéis cómo lo han hecho porque no tengo ni idea. Sólo un par de personas conocían mi password y jamás me atrevería a dudar de ellas. Hace un mes me robaron el potátil (no, no levanto cabeza) y quizá encontrasen la cuenta y la clave en él. Quizá hablo en sueños y a mi vecino le guste trastear con ordenadores. Ni idea.

Pero a veces donde menos te piensas salta la liebre y he aquí que gracias al equipo de gmail he recuperado mi cuenta. No me imaginaba que un servicio gratuito como este podía tener una atención al cliente tan personalizada. Ya podrían aprender otros. Os he contado ya mi problema con Orange? pfff... En unas 72 horas, un par de formularios y un par de e-mails, recibía un correo explicándome que, una vez estudiado el caso y las pruebas aportadas, se me dovolvía la cuenta (y sin enseñar el pasaporte diplomático, que ya lo tenía listo). Creo que hotmail ofrece un servicio similar. Así que tomad nota, si algún día os topáis con uno de estos hackabronazos perseverad en vuestras reclamaciones, al final funciona.

lunes, 17 de septiembre de 2007

Pon el brazo chaval...

Se va acercando la hora de marcharme y, por ende, el momento de los preparativos. Ya tengo una maleta con 20 kilos en pareos, chanclas y crema bronceadora. He visitado la embajada de Indonesia, que con tanto papel y tan poca luz parece una comisaría de los años ochenta, y he preparado el visado. Tengo el billete y el anticipo del ICEX. He empezado a despedirme de amigos, enemigos y familiares. Y, quizá lo más importante para mi estancia allí, estoy en medio del proceso de vacunación (tres tandas, 12 pinchazos. OLÉ!).

El primer día tuve una cita con una doctora que me preguntó por mi viaje y me explicó los riesgos a los que me iba a exponer allí. Me dio una lista de medicamentos y utensilios que debía llevar. Desde el Malarone, que previene la malaria y cuesta 56 euros para un viaje de tan sólo cuatro días, hasta una mosquitera para la cama. En el Coronel Tapioca están muy bien de precio, me dijo. Me explicó qué vacunas eran más fuertes y cuáles me podían hacer reacción. Me dijo que para la encefalitis japonesa te meten una buena dosis de, palabras textuales, "bicho vivo", para que te hagas inmune. A mi cabeza vino la escena de MATRIX en la que le meten a NEO un bicho que es como una gamba pero de hierro por el ombligo. Me tengo que quitar el piercing? pregunté.


Una vez sentado en la consulta tuve la sensación de que volvía al pasado. Mientras la doctora preparaba las jeringuillas me acordé de cuantas veces había pasado por ese mismo mal trago cuando era pequeño y cuán lejos me quedaba todo aquello. Los olores, la luz de hospital, la sensación de vulnerabilidad, todo me llevaba al pasado. Andaba preguntándome si me darían una piruleta o si, como no había venido mi madre, la tendría que pedir yo mismo cuando de repente... ZAS! el primer pinchazo. Mmm! vaya, no ha sido para tanto. Once más y listo.

Estas son las vacunas que me han puesto o que me van a poner. Que no se asusten mis queridos visitantes (Beni, ya sabemos de tus fobias a las jeringuillas), que para ir un par de semanas sólo hacen falta dos o tres y además a mi no me han dado apenas reacción.

- Rabia (por si viene mi primo a verme)
- Hepatítis B (2 dosis)
- Fiebre tifoidea (2 dosis)
- Encefalítis Japonesa (2 dosis)
- Tétanos (por si la gamba de hierro está oxidada)
- Polio
- Ictericia (que es contra la bilirrubina, así que ya no creo que me suba)

Por cierto, nada de caramelos ni piruletas. Guardaba la esperanza de que al menos me dieran uno de aquellos palos de madera que te metían en la boca para verte las anginas pero ni eso. Vaya país! cómo está la sanidad!