miércoles, 9 de enero de 2008

Inundaciones en Yakarta

La temperatura media en Indonesia es de 26 grados. Las cuatro estaciones, el invierno o el verano, no existen sino en la mente de los expatriados. En esta parte del mundo sólo hay dos estaciones, véase una seca y otra húmeda. Como es lógico en la seca no llueve y en la húmeda sí. Como no es lógico, la temperatura no varía apenas de la una a la otra.

La estación húmeda comienza en diciembre y se alarga hasta bien entrado marzo. Debo admitir que la palabra “húmeda” se me antoja, pese a su connotación sexual (jarl!), un término demasiado suave o decoroso para referirse a lo que últimamente vengo presenciando. Estamos en enero y, sí, ha llegado la hora de mojarnos. En la calle llueve casi todas las tardes durante 3 o 4 horas y lo hace de una forma a la que no estamos acostumbrados en nuestra, siempre moderada y clemente, Europa (qué sensación de bienestar con solo pronunciarte).Hace poco he sufrido una inundación en mis propias carnes. Fue horrible, acabé tan empapado como si saliese de una piscina. Sucedió la otra mañana. Intentaba cerrar el grifo de la cocina con tan mala suerte (y tan malas calidades) que me quedé con él en la mano. No sé si dar las gracias o decir que por desgracia, y por el momento, la única inundación seria que se ha producido en Yakarta ha sido en mi apartamento… Un chorro al ojo en plan dibujos animados y en un minuto el agua llegaba al pasillo. En tres ya llegaba hasta a mi habitación y a los cinco, con una toalla haciendo presión contra el torrente, y con al menos dos dedos de agua anegándolo todo, cortaron el agua.

Inundaciones en Yakarta. Qué pasa? mi apartamento también es Yakarta, no?

Lo bueno es que un minuto después llegó a mi apartamento un escuadrón de hormiguitas trabajadoras. Siete indonesios, entre seguridad y limpieza, que le dieron un aire de camarote de los hermanos Marx a mi apartamento y que limpiaron y recogieron todo mientras yo, entre indignado y descojonado, me ponía unos pantalones secos, a lo Risky Business, encima del sofá. Ayayay!

2 comentarios:

Al dijo...

Feliz Año chavalote!!

Me reconozco fan incondicional de tu blog (que además te lo curras bien!). Jejeje, espero que sigas aprovechando tu año para llenarlo de experiencias y anécdotas curiosas.

Un abrazo,

Álvaro, desde la ciudad sin lluvia

Anónimo dijo...

Rebeca de Mornay estaba tambien en el sofá. Ten cuidado con el Ci que va con muchas ganas. Un besote