jueves, 3 de enero de 2008

De Viaje... (por Australia)

Que ya es 2008 y que ya estoy de vuelta de Australia (otra vez)!!!

Que como la experiencia es un grado, esta vez no sonreí y directo que marché al mostrador reservado para diplomáticos. Después de lo que me hicieron pasar en el aeropuerto de Perth tenía ganas de revancha así que todo digno, sin esperar cola y sacando el pasaporte de servicios (El rey ordena bla, bla…) en plan Dirty Harry desenfundando su Magnum del 44 y casi atizándole con el en los morros a la especimen de aduanas. No contaban con mi astucia, la digo con el pensamiento. Un repaso de arriba abajo, un en serio eres diplomático? y una expresión de yo-a-Clint-Eastwood-me-lo-como-para-desayunar, bastaron para desarmarme. Kind of, respondo yo nervioso y sin mucha confianza a punto de derrumbarme. Hmmm! I need to check something in your passport, tras lo cual, y NO es coña, lo mete debajo de un microscopio y se pone a examinarlo al más puro estilo Dexter. Joder, susurro, pero qué hostias le pasa a esta gente?

Ya en Sydney he visto arañas tan grandes como un puño y murciélagos del tamaño de la Chimba. He visto Willow y con una Guinnes para desayunar hemos vuelto a ganar en el Camp Nou. En las Blue Mountains cambié la vida de becario acomodado indonesio para acabar fregando platos en nochebuena con los becarios de Sydney.

He conducido 1500 kms por la izquierda. Cinco días, 660 fotos, 45 saltos y cuatro rotondas del revés nos han bastado para recorrer la Princess Highway y la Great Ocean Road. De Adelaida a Melbourne. He saludado a una docena de canguros, tres vivos y el resto muertos. He dormido en cabins en los que parec
ía que se estaba rodando la segunda parte de Jumanji bajo la cama, he desayunado muffins para cenar e, inocente de mi, me he quemado un 28 de diciembre.Y, a falta de uvas, he celebrado el año nuevo con cherrys. Con Sus a un lado y la Opera House al otro. El día 30, que el 31 me pillaba en las nubes y lo de las 48 uvas era una broma, y con la sorpresa de un ensayo que parecía hecho para nosotros solos. Con la anglosaja cuenta atrás (10, 9, 8…) iluminando el Sydney Harbour Bridge y las, más cañís, campanadas de una iglesia en la distancia marcando el ritmo de cada cereza que nos llevábamos a la boca.
Y nada más, que ya estoy de vuelta de una ciudad y un país del que me marché en 2007 para no llegar a destino hasta 2008. Pero eso ya es otra historia.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya navidades!
Y mientras algunos jugando a las cartas con los suegros! Así te caiga un rayo encima.

Anónimo dijo...

"kind of"? jajaja, a todos nos falta el empaque de Paco en esos casos...
ejem, ya se usan nombres y todo!

Rodrigo Fabri dijo...

Qué chulada David. Se os ve estupendos por allí!

Por cierto, vaya acojone de murciélago!!!!

Anónimo dijo...

ahi en el arbol te dejo la ladilla, el resto lo traigo en el motocarro.

Anónimo dijo...

Vaya frikifotos, este tio esta flipao, para eso te has comprado la cámara. sacar la magnun 44 te refieres al supalacojones.

Anónimo dijo...

La verdad es que el roadtrip ese pinta bien...casi mejor que el croata...

Una duda, dan cena especial el 31 en los aviones??...porque desde luego el 1 de enero la comida es igual de mala que siempre!!!

Proxima plaza?

DdeAndrés dijo...

Patxi... la cena del 31 en el avión igual de exquisita que la tuya, seguro. Lo único emocionante fue el 3,2,1 que se marcó el comandante a las 00:00.
Próxima plaza? Kuala pero sin el toro.

Anónimo dijo...

¿Cuantas veces hizo la cuenta atrás el comandante?