La traducción de tan exótico título sería, Un día en mi vida...
Me levanto a las 8.00, con 30 grados a la sombra y congelado de frío por el aire acondicionado. Sesión de afeitado (si toca) y ducha rápida. Salgo y toca revisión corporal. Hoy sólo tenía unos granitos en un dedo. Antes de ayer tenía toda la pierna acribillada. Por culpa del agua que sale del grifo, me entran arcadas al lavarme los dientes. De un color parecido al pis, siempre sale tibia, y desprende un olor que dependiendo del día, va de corrompido/desagradable/un par de arcadas a fétido/inaguantable/rozando el vómito.
Entramos a trabajar a las 8.30 y pero los chavales no sale de casa hasta las 8.35. Nos peleamos para conseguir un taxi y a las nueve ya estoy en la oficina, tomando café, que como nos lo tenemos que hacer nosotros pues ya cuenta como trabajo. Nur, muy maja ella, baja a por la comida y a las 13 ya estamos todos, en una sala presidida por S.M. el Rey, comiendo a dos carrillos. Aquí todo es picante (la comida también). Panda de colonialistas y clasistas que somos, el personal indonesio por un lado y nosotros por otro.Hasta las 16.30 sigo en el trabajo. Si trabajo o no ya es otro tema. A las 17.00 toca sesión de billar con Raúl. El pobre es igual de malo que yo así que nos consolamos cuando al acabar una partida sale una solícita camarera de debajo de una piedra y nos vuelve a colocar las bolas (de billar) para que empecemos otra partida. Qué clase! qué país! Además, si alguno llega tarde puedes pedirle a una camarera que juegue contigo (al billar), el día que gane una partida aviso.
A las 18.00 se hace de noche y si no sale ningún plan (partidito de tenis, alargar el billar con unas cañas, sesión de masaje hmm, etc.) nos marchamos a casa. Luego, dependiendo del día, cena fuera o cena en casa. Si fuera, por unos 6 euros, marroquí, japonés o italiano. Todos de gran lujo. Si en casa, comida del indonesio de abajo o pasta en casa de Max (the italian trainee), no vayamos a ensuciar la cocina. Mis habilidades culinarias se ven mermadas en este país, no hay manera de hacer sándwiches sin jamón de york. La habitual juerga nocturna de los jueves aquí se traslada al miércoles, cena y copas. El único sentido que le encuentro al cambio es que los viernes la comunidad de expats sale de viaje de fin de semana a explorar el país y no estaría bien empezar con resaca.Rociamos bien la habitación de antimosquito y listos. Al sobre!… los fines de semana ya son otra cosa. Tratamos de salir siempre de Yakarta porque la ciudad no ofrece mucho. Hoy salimos hacia Carita en busca del Krakatoa, al oeste de Java.
Entramos a trabajar a las 8.30 y pero los chavales no sale de casa hasta las 8.35. Nos peleamos para conseguir un taxi y a las nueve ya estoy en la oficina, tomando café, que como nos lo tenemos que hacer nosotros pues ya cuenta como trabajo. Nur, muy maja ella, baja a por la comida y a las 13 ya estamos todos, en una sala presidida por S.M. el Rey, comiendo a dos carrillos. Aquí todo es picante (la comida también). Panda de colonialistas y clasistas que somos, el personal indonesio por un lado y nosotros por otro.Hasta las 16.30 sigo en el trabajo. Si trabajo o no ya es otro tema. A las 17.00 toca sesión de billar con Raúl. El pobre es igual de malo que yo así que nos consolamos cuando al acabar una partida sale una solícita camarera de debajo de una piedra y nos vuelve a colocar las bolas (de billar) para que empecemos otra partida. Qué clase! qué país! Además, si alguno llega tarde puedes pedirle a una camarera que juegue contigo (al billar), el día que gane una partida aviso.
A las 18.00 se hace de noche y si no sale ningún plan (partidito de tenis, alargar el billar con unas cañas, sesión de masaje hmm, etc.) nos marchamos a casa. Luego, dependiendo del día, cena fuera o cena en casa. Si fuera, por unos 6 euros, marroquí, japonés o italiano. Todos de gran lujo. Si en casa, comida del indonesio de abajo o pasta en casa de Max (the italian trainee), no vayamos a ensuciar la cocina. Mis habilidades culinarias se ven mermadas en este país, no hay manera de hacer sándwiches sin jamón de york. La habitual juerga nocturna de los jueves aquí se traslada al miércoles, cena y copas. El único sentido que le encuentro al cambio es que los viernes la comunidad de expats sale de viaje de fin de semana a explorar el país y no estaría bien empezar con resaca.Rociamos bien la habitación de antimosquito y listos. Al sobre!… los fines de semana ya son otra cosa. Tratamos de salir siempre de Yakarta porque la ciudad no ofrece mucho. Hoy salimos hacia Carita en busca del Krakatoa, al oeste de Java.
9 comentarios:
mucho mejor el ET
vaya pardillo,te tenias que haber quedao en casa comiendo pizza del tyler y dejarte de tanto viajar.G
bien dicho g, ni, llama al tyler que te pone una pizza en yakarta en 14 horas con uno de los motoristas del infierno...
yo de nuevo... te persigo, jajaja! te escribo porque ya se el motivo que me llevó a leer tu blog, eres un becario icex!!!! aquí una que tiene todas las papeletas de entrar este año...! seguiré leyendote para ver que me espera en un futuro a cp! bss
Joder macho, ligas hasa a distancias. No se como lo haces.Yo de mayor quiero ser como tu.
Cambiando de tema, no les has enseñado todavia lo del sanluis de chorizo? Y lo de las cortezas, palomitas y cocacolo viendo el jurgol?
De verdad que se pierden las tradiciones. Menos mal que nos queda la memoria... este, como te llamamabas?
Besetes udianos.
Vamos Kimiiiii!!!
Por fín lo has conseguido...
Lo siguiente, ganar al billar.
Marcial.
La foto es del billar de Zabreb, no nos engañes...
Definitivamente eres el tio que conozco que mejor vives.....a mamarla
Cuando vas a mostrarnos unas fotos de un Happy Ending?!?
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