Querido Nicolás:
Siento no haber estado ahí el día en que viniste al mundo, pero cuánto me alegro de que por fin lo hayas hecho.
10 de octubre. Perdido en mitad de una ciudad de 14 millones de habitantes, peleando con un taxista en un idioma que por el momento me viene grande y haciendo cuentas para irme de viaje a un lugar todavía más lejos. Así he recibido la noticia. Ha sido mi hermano, tu padre, quien algo menos sereno que de costumbre me lo ha contado todo. Me dice que ya vienes con pelo y con unas pestañas larguísimas (que tiemble Pe), que como papá al volver de Australia, llegas con buen peso y que por el momento te estás portando muy bien.
10 de octubre. No podías haber escogido mejor número. Yo pensé que te resistías porque no querías robarme el protagonismo de mis últimos días por allí. No tenías que tomarte la molestia, pensaba yo. Y, sin embargo, ahora comprendo que tú estabas haciendo tus cuentas y que querías que todo saliese redondo. Habías elegido el día 10 para nacer. Y, por si fuera poco, 10 del 10. El número de los grandes. El 10 de Maradona.
10 de octubre, hoy empieza todo para ti. También para tus papas, que después de tantos años hoy dejan de ser dos. Lolo y Julia, que se marchan de Embajadores y del centro andando a diez minutos para que a ti no te falte nada y crezcas como lo hicimos nosotros, entre un pinar y un olivar. Como a Indiana Jones, tu padre te quería poner el nombre del perro. Los de Andrés siempre tuvimos especial debilidad por Indi (quien sabe si en un par de años no vamos todos juntos a ver la cuarta). Por fortuna, los Barreiro son más gente seria y Nicolás pase, pero de Napoleón, NI HABLAR! Por cierto, ya lo iremos viendo, pero en nuestra pandilla, (eh, Ci? Eh, Ge?) Nicolás es un nombre largísimo y muy retorcido, así que vete acostumbrado a Nico, porque Ny ya está cogido.
10 de octubre. Hoy ha sido el primer día aquí en que he eché de menos estar allí. Por primera vez he cenado sólo en mi apartamento, que tanto restaurante ya viene pesando, descansando de la pachanguita de fútbol y de la humedad de ahí afuera. Me he preparado unos sándwiches de pavo y queso, que aquí el jamón no está bien visto, y pasándome el Ramadán por allí, he abierto una cerveza y he brindado por tí.