El viernes después del trabajo (ejem!) salí a darme un baño. Había quedado pronto con Antonio. A media tarde teníamos que coger un avión. Al recibir su llamada avisando de que no iba a poder llegar a tiempo no lo dudé. Pedí unas bermudas, una toalla y… al agua!
No estoy seguro pero diría que esta piscina tenía más calles que una Olímpica. El agua, por una vez, no tenía la calidez a la que el trópico me tiene (mal) acostumbrado. Lo cristalino era ahora turbio y opaco, y no había rastro de los verdes esmeraldas de las playas balinesas. Sobre mi el cielo de Yakarta. Una nube, negra y perenne, hacía las veces de atardecer soleado… Sí, por fin, después de varias semanas de amagos, han llegado las temidas inundaciones a Yakarta. En realidad no llovió mucho. Fue más la forma en que lo hizo. Fuerte, como si fuese la última vez que iba a llover sobre la tierra. Mi guerra personal por convertirme en un indonesio de pro, me llevó a ponerme de corto y continuar con mi particular proceso de inmersión (cultural) de la que ya os hable hace un par de semanas.
Me tocó compartir alberca con decenas de niños que, como en Madrid cuando nieva, salieron a disfrutar de tan extraordinario acontecimiento. Zambullida para ellos e improvisada sesión fotográfica para mi. El agua lo anegaba todo, especialmente en la calle de la Embajada, donde me llegaba por encima del pecho. Tablas de surf, ruedas de camión o balsas de madera. Cualquier objeto que flotase servía para surcar las calles. Los pocos coches que se aventuraban a pasar dejaban tras de sí, para deleite de los improvisados surfistas, la misma estela y marejada que un fueraborda en alta mar.
La ciudad, de más de diez millones de habitantes, ya caótica de por sí, se paró por completo. El transporte público dejó de funcionar. Hasta el aeropuerto se vio obligado a cerrar. Antonio y yo tuvimos que quedarnos en tierra. Durante el sábado y el domingo apenas ha llovido por lo que, aunque algo más embarrada que de costumbre (gracias e), la ciudad ya ha recobrado su ritmo habitual. Sólo algunas carreteras, como la del aeropuerto, siguen cortadas al tráfico.Durante todo el fin de semana he procurado leer la prensa española en busca de noticias que reflejasen lo que se ha vivido en Yakarta. Después de tres días sólo he encontrado esta. Una noticia del que posiblemente es el peor aspirante a periodista de todos los tiempos. Os paso el enlace y un pantallazo.
Yo periodista (EL PAÍS)
http://www.elpais.com/yoperiodista/articulo/Periodista/Indonesia/Indon
esia/inundaciones/Yakarta/Inundaciones/Yakarta/elpepuyop/20080204
elpyop_7/Ies
6 comentarios:
qué flipau...
¡Qué pasada!Inculturación a lo grande.
¿estás seguro de que el link que has puesto es el bueno? No me funciona.
Un besito
un pulitzer para este chaval
Mamá quiero ser periodista?
Inundaciones en Yakarta?
Eso pasa por quitar el palote de su sitio y meterlo en ........ a saber donde!
Viernes 31 de Febrero de 2008.............................
Publicar un comentario