Al mirar por la ventana del fondo pregunté, y el piso que están construyendo ahí enfrente, monta mucho jaleo? No, que va, si acaso algún golpe de vez en cuando pero la ley es muy rigurosa y a las empresas no se les permite trabajar durante las horas de descanso del vecindario. Estas fueron, más o menos, las palabras de Gilbert, nuestro agente inmobiliario, el que nos alquiló la casa y del que aún estamos esperando que nos envíe el contrato firmado. De eso han pasado ya casi dos meses y además de meter un ruido que te cagas día y noche, ahí enfrente trabajan a destajo.
Al abrir la ventana tengo unas magníficas vistas de la ciudad. Debajo mismo tengo la reserva forestal de Bukit Nanas, que en realidad no es más que un parque de tamaño medio, uno de los pocos que hay en la cuidad, desde el que se levanta la cuarta torre de telecomunicaciones más alta del mundo, la Menara KL. Y más al fondo, destacando sobre el resto de edificios, abusando, tengo la vista parcial de las Petronas. Parcial porque un edificio me tapa un poco y de dos solo veo una. Pero al menos las veo…
O mejor tendría que decir, pero al menos las veo… por ahora. Como decía, en el edificio en construcción de enfrente trabajan a destajo, cuando cierro el ojo aún escucho los golpes, clack-clack, y cuando lo abro por la mañanas las hormigoneras ya están funcionando, rum-rum. No paran, son como Lemmings. O peor, como los Curris! En menos de dos meses han levantado unos 6 pisos y si siguen a este ritmo, clack-clack-rum-rum, mucho me temo que mi visión parcial de las Petronas pronto quedará en nada.
Calculo que para mi cumpleaños, en marzo, solo podré ver los pinachos de las torres y que para verano ya no veré más que una mole de cemento enfrente. Como consuelo me queda pensar que ya no tendré que acostarme y levantarme con el ruido de la obra ni con cientos de curris montando jaleo... pero bueno, esa ya es otra historia, y ya os la iré contando.
Al abrir la ventana tengo unas magníficas vistas de la ciudad. Debajo mismo tengo la reserva forestal de Bukit Nanas, que en realidad no es más que un parque de tamaño medio, uno de los pocos que hay en la cuidad, desde el que se levanta la cuarta torre de telecomunicaciones más alta del mundo, la Menara KL. Y más al fondo, destacando sobre el resto de edificios, abusando, tengo la vista parcial de las Petronas. Parcial porque un edificio me tapa un poco y de dos solo veo una. Pero al menos las veo…
O mejor tendría que decir, pero al menos las veo… por ahora. Como decía, en el edificio en construcción de enfrente trabajan a destajo, cuando cierro el ojo aún escucho los golpes, clack-clack, y cuando lo abro por la mañanas las hormigoneras ya están funcionando, rum-rum. No paran, son como Lemmings. O peor, como los Curris! En menos de dos meses han levantado unos 6 pisos y si siguen a este ritmo, clack-clack-rum-rum, mucho me temo que mi visión parcial de las Petronas pronto quedará en nada.
Calculo que para mi cumpleaños, en marzo, solo podré ver los pinachos de las torres y que para verano ya no veré más que una mole de cemento enfrente. Como consuelo me queda pensar que ya no tendré que acostarme y levantarme con el ruido de la obra ni con cientos de curris montando jaleo... pero bueno, esa ya es otra historia, y ya os la iré contando.
2 comentarios:
Vente a Seseña City, que aquí los levantamos más rápido.
zapato Veloz
Hey, que no sabía que el blog seguía activo... ¡¡¡¡los curris!!!!
joer, que tiempos... todas mis preocupaciones era si veía los Fragel Rock o Caballeros del Zodiaco.
Besos desde Berlín
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