Como algunos de vosotros ya sabréis hace poco he sufrido un ataque contra mi persona y más concretamente contra mi cuenta de correo de gmail. Algún granuja (hijo de puta, vamos) se metió en mi cuenta y me cambió la contraseña, esas nueve letras a las que tan apegado estaba y que ya no podré utilizar más (snif, snif). Cada vez que intentanba entrar me decía que mi nombre de usuario y mi contraseña no coincidían. Dos días más tarde la cuenta ni siquiera existía, la habían dado de baja.
Este incidente me ha hecho plantearme varias cosas. En primer lugar, he pensado en lo frágiles que somos ante gente de semejante talla moral, que no dudan en joder a alguien por el mero hecho de fastidiar. Gente que no se atreve a dar la cara y que simplemente actúan movidos por el hecho de destruir por destruir. Mucho ruido y pocas nueces (o pocos...). No os podéis hacer a la idea del trastorno que algo así ocasiona, más aun cuando la cuenta que te piratéan es la que utilizas para temas de trabajo (o como dirían en el ICEX, de compromiso).
No me preguntéis cómo lo han hecho porque no tengo ni idea. Sólo un par de personas conocían mi password y jamás me atrevería a dudar de ellas. Hace un mes me robaron el potátil (no, no levanto cabeza) y quizá encontrasen la cuenta y la clave en él. Quizá hablo en sueños y a mi vecino le guste trastear con ordenadores. Ni idea.
Pero a veces donde menos te piensas salta la liebre y he aquí que gracias al equipo de gmail he recuperado mi cuenta. No me imaginaba que un servicio gratuito como este podía tener una atención al cliente tan personalizada. Ya podrían aprender otros. Os he contado ya mi problema con Orange? pfff... En unas 72 horas, un par de formularios y un par de e-mails, recibía un correo explicándome que, una vez estudiado el caso y las pruebas aportadas, se me dovolvía la cuenta (y sin enseñar el pasaporte diplomático, que ya lo tenía listo). Creo que hotmail ofrece un servicio similar. Así que tomad nota, si algún día os topáis con uno de estos hackabronazos perseverad en vuestras reclamaciones, al final funciona.
Este incidente me ha hecho plantearme varias cosas. En primer lugar, he pensado en lo frágiles que somos ante gente de semejante talla moral, que no dudan en joder a alguien por el mero hecho de fastidiar. Gente que no se atreve a dar la cara y que simplemente actúan movidos por el hecho de destruir por destruir. Mucho ruido y pocas nueces (o pocos...). No os podéis hacer a la idea del trastorno que algo así ocasiona, más aun cuando la cuenta que te piratéan es la que utilizas para temas de trabajo (o como dirían en el ICEX, de compromiso).
No me preguntéis cómo lo han hecho porque no tengo ni idea. Sólo un par de personas conocían mi password y jamás me atrevería a dudar de ellas. Hace un mes me robaron el potátil (no, no levanto cabeza) y quizá encontrasen la cuenta y la clave en él. Quizá hablo en sueños y a mi vecino le guste trastear con ordenadores. Ni idea.
Pero a veces donde menos te piensas salta la liebre y he aquí que gracias al equipo de gmail he recuperado mi cuenta. No me imaginaba que un servicio gratuito como este podía tener una atención al cliente tan personalizada. Ya podrían aprender otros. Os he contado ya mi problema con Orange? pfff... En unas 72 horas, un par de formularios y un par de e-mails, recibía un correo explicándome que, una vez estudiado el caso y las pruebas aportadas, se me dovolvía la cuenta (y sin enseñar el pasaporte diplomático, que ya lo tenía listo). Creo que hotmail ofrece un servicio similar. Así que tomad nota, si algún día os topáis con uno de estos hackabronazos perseverad en vuestras reclamaciones, al final funciona.
3 comentarios:
los juankers de paris son los mas malos de todos y van al cocondrilo a jugar al chanquete y a hacer el mal
Nen, menos mal que ha acabado bien, porque a mitad de post se me estaban saltando las lágrimas (por cierto, que a partir de ahora leeré con regularidad)
Eso te pasa por visitar tantas webs porno, so guarrillo...
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